¿Eres de las que decide ponerse a dieta y eso significa dejar de comer, o eliminar carbohidratos o la cena?

En este episodio vamos a hablar sobre la pesadilla en que hemos convertido las dietas

Yo soy completamente culpable, he hecho dietas extremas, y aquí te cuento algunas

1- La dieta 21 days challenge que básicamente era no comer carbohidratos, lácteos y frutas

2- Pastillas mágicas que deshacen la grasa

3- Tres días de sopa de repollo

Ahora pregunto: ¿Qué nos hace pensar que el cuerpo se va a quedar en ese estado por siempre?

Si analizamos, lo que hicimos fue que comimos poco y sometimos al cuerpo a un completo estado de hambre y como resultado logramos adelgazar. 

Pero la gran pregunta es: ¿Podemos seguir este ritmo de alimentación así por siempre?

Después de mucho intentar y aprender de mis errores. He aprendido que lo mejor es alimentar a tu cuerpo con lo que necesita para funcionar día a día.

En mi caso particular (y a lo mejor te identificas conmigo), el problema mayor que tengo es que me da hambre y no sé exactamente que me provoca. Entonces voy a la despensa y al final decido elegir una opción no muy saludable (unas papas de bolsa o galletas).

Esta decisión no me quita el hambre y entonces voy por la segunda ronda

Pensamos que por una vez no hay problema y seguimos repitiendo el proceso todos los días

Cuál es la solución. Tener un plan. Saber cuantas veces vas a comer y qué vas a comer.

De esta manera no tomarás malas decisiones. 

Para eso es importante saber tu número de calorías y así lo puedes distribuir entre las comidas del día. 

Básicamente no se trata de estar en una dieta eterna, es simplemente comer mejor y conocer tu cuerpo, controlar la cantidad y tomar mejores decisiones. 

La dieta nos horroriza porque significa restricción pero si pudieras comer de todo un poco pero con control, te aseguro que lo puedes convertir en un estilo de vida y así mantenerte en forma permanentemente.