Cuando decidimos comenzar un programa de ejercicio, es común esperar ver una disminución en el número de la báscula. Sin embargo, es importante comprender que la pérdida de peso y la pérdida de grasa corporal no siempre van de la mano. En realidad, pueden haber casos en los que no necesariamente tienes que bajar de peso para ver resultados positivos en tu salud y estado físico.

La pérdida de peso se refiere a la disminución en el peso total del cuerpo, lo cual puede incluir la pérdida de agua, tejido muscular y grasa corporal. Por otro lado, la pérdida de grasa corporal se centra específicamente en reducir la cantidad de grasa almacenada en el cuerpo, manteniendo y preservando la masa muscular magra.

Por eso, si tú comenzaste a hacer ejercicio, estás comiendo mejor, te sientes mejor y la ropa te queda mejor pero el número en la balanza sigue igual quizás es que no estás perdiendo peso pero estás ganando músculo. Es posible que, al comenzar un programa de ejercicio, notes que tu cuerpo se vuelve más tonificado y firme, incluso sin una gran disminución en la cifra de la báscula. Esto se debe a que estás eliminando grasa y construyendo músculo.

Es importante recordar que el número en la báscula solo es una medida numérica y no siempre refleja de manera precisa los cambios en la composición corporal. Si estás buscando mejorar tu estado físico, es vital centrarte en la pérdida de grasa corporal y la construcción de músculo, en lugar de obsesionarte únicamente en el peso.

Por lo tanto, es posible que no necesariamente veas una disminución significativa en la cifra de la báscula cuando comienzas a llevar una vida más saludable, pero eso no significa que no estés obteniendo resultados positivos. Además, existen otras formas de medir tu progreso, tomarte fotos, probarte la ropa a ver cómo te queda, tomar tus medidas con una cinta métrica y observando cómo te sientes en general en tu vida, con más energía, con mayor saciedad si estás comiendo más balanceado, etcétera.