Por mucho tiempo me referí a los tipos de carbohidratos como buenos y malos. Pero, ¿de qué se trata? Siempre nos imaginamos los malos como las tortas o cosas con mucha azúcar, y cuando hablamos de los buenos nos imaginamos una comida aburrida pero pensamos “es lo que me tengo que comer porque me van a ayudar a perder peso”. 

Si piensas así te cuento que yo también pensé por mucho tiempo así. Pero yo comencé a entender la función de cada alimento y por eso diseñé mi plan de comida con una intención para cada comida y no pensando en bueno o malo.

Los carbohidratos simples se llaman así porque el cuerpo los procesa más rápido, y los complejos porque tardan más en digerirse.

La función principal de los carbohidratos es darle energía al cuerpo para hacer actividades físicas. Ya entendido esto, sabrás que los carbohidratos tienen una función en el cuerpo y no son malos, y no se trata de comer o no comer carbohidratos simples o complejos, sino para qué los vas a utilizar.

Los carbohidratos simples van a darle energía rápida al cuerpo, y también se quemarán rápidamente. Por otro lado, los complejos tardan más en trabajar, el cuerpo no puede utilizar esa energía inmediatamente pero te mantienen satisfecha por más tiempo.

Entonces, si necesitas energía rápida porque vas a hacer actividad física en media hora o en poco tiempo, lo ideal es consumir un carbohidrato simple. Pero si la energía no la necesitas inmediatamente, puedes comer un carbohidrato complejo.